

El libro Cuento con Alas, de Patricia Knopf y Silvina Mansilla, relata la aventura de los artistas que se unieron a León Gieco para formar una banda de rock y concretar un hito en lo que a proyectos de inclusión se refiere. Y el primer reto de un texto así es llegar a los que necesitan conocer esas historias para sentirse menos solos. De ahí que el lanzamiento de la obra en sus versiones “parlante” y en braille –que se hizo el martes– sea tan importante. Sobre todo porque además tuvo un condimento especial: la presentación se realizó en el Teatro Argentino para Ciegos, completamente a oscuras, entre espectadores que tanteaban buscando un asiento y muchas risas compartidas.
El núcleo de esa fuerza positiva es Mundo Alas, la agrupación que Gieco armó con amigos que había conocido a lo largo de su carrera y que por haber perdido la vista, un miembro del cuerpo o la capacidad de caminar formaban parte de ese colectivo impreciso de “discapacitados”. Los que decidieron sumarse a la experiencia alada son muchos más. Entre ellos, Silvina Chediek, que ofició como maestra de ceremonias: “¡Qué alegría, hoy no tuve que maquillarme! En cambio, sí me esmeré con el perfume”, bromeó desde algún lugar en
Más tarde,
Igualados por las sombras, los asistentes se habituaban poco a poco a ese ámbito desconcertante. En un rato quedó claro que ubicarse en la perspectiva de los demás desarma las trampas del pensamiento único. “El que quiera agregar algo, que levante la mano”, propuso otra voz entre carcajadas. El chiste reveló cuán diferente puede ser la verdad si se la mira desde otras coordenadas. Finalmente se escuchó a León y Alejandro Davio, que interpretaron “La colina de la vida” y “Cachito campeón de Corrientes”, entre otros clásicos. En uno de los cortes, Gieco comentó cómo aprende de Carina –vocalista de Mundo Alas– métodos alternativos para orientarse en los hoteles. “Ella siempre pide que le cuente dónde están los ‘ocho rincones’, los cuatro rincones de la habitación y los cuatro rincones del baño. Con eso ya puede manejarse sola, se baña, se arregla y en minutos está impecable, esperándome en el hall para ir a los conciertos”, destacó.
A Gieco lo acompañaron el bailarín Demián Frontera, el locutor Raúl Romero y los bailarines de la Compañía de Tango Danza AMAR. Cuando los focos se prendieron y pintó el debate, el periodista Carlos Melo le puso un marco conceptual al encuentro. “Estamos aprendiendo que no sólo hay una oscuridad ‘literal’. La oscuridad también puede tener que ver con nuestra escala de valores. Cada escaloncito que no se puede subir y cada ascensor que no es utilizable por quienes tienen algún tipo de discapacidad contribuye a incomunicarnos. En ese aspecto, se asemejan a los medios de comunicación monopólicos”, acusó.
Ahora, los no videntes podrán optar entre el CD con Cuento con Alas leído por Chediek y los ejemplares en braille. Tal como la primera, esta segunda edición está patrocinada por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) y tuvo el apoyo de
Pero la sensación es que esto recién empieza.
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